preparo concienzudamente mis diez kilogramos de objetos imprescindibles. figuradamente, leves ellos, grávida la culpa de presentarme en casa de mis padres como el fraude que soy, el para-muestra-un-botón de la esterilidad de todos sus grandes esfuerzos, la mueca burlona a una educación tan llena de buenas intenciones. sé que imperará la injusticia y que pensarán que mis malas decisiones vuelven automáticamente malas sus decisiones. ergo: quiero taparme con la colcha y no salir de la cama hasta el nueve de enero.
2. hacia belen va una burra rin rin
antes de embarcar, contengo el aliento al intentar encajar mi equipaje de mano en un paralepípedo imaginario de 55 x 40 x 20 cm. aunque yo lo consigo, mi vecino no tiene tanta suerte, y escoltado por dos asistentes de vuelo es conducido al tren de las 2 que parte para auschwitz. las azafatas de ryanair no tienen sonrisas low-cost. entro en el boeing 747 repasando estadísticas que certifican la seguridad del tránsporte aéreo. pero antes de tener tiempo de recordar si me he tomado la pastilla que le dan a M.A. , despegamos... y el estómago se me anuda a las orejas... y los coches se vuelven puntos multicolores... y el crío que se sienta a mi lado grita "adios mundo". exageraría al decir que agradecería que hicieran cola para abofetearme en plan aterriza como puedas, pero no.
3. adeste, fideles, laeti, triumphantes
llamo a mi novio para certificar que ambos seguimos vivos tras cruzarnos el país de lado a lado en trayectorias perpendiculares. la tarifa es de un euro el minuto más iva para toda la vida. repito. toda la vida. lo que telefónica ha unido que no lo separe yoigo.
4. pero mira como beben los peces en el río
en el bar, cerca de foto de jacques brel, constato que mis viejas amigas tienen hijas, hacen planes de boda, son socias de gimnasios con sauna finlandesa o aspiran a plazas en la universidad. huelga decir, que a mi se me mezcla la alegría bondadosa con cierto verdor envidioso. no estoy segura de querer esas cosas que ellas tienen, pero, en cualquier caso, la evidencia de que han rentabilizado los últimos quince años bastante mejor que una servidora me da collejas cada veinte minutos de conversación y vino. qué bueno el verdejo.
5. ande ande ande, la marimorena
llegamos a casa de mis tíos para celebrar una nochebuena que culminará en un campeonato de parchís de los que hacen historia. mi madre, mi abuela y yo nos hemos pasado la tarde en dulce asociación femenina, es decir, preparando cantidades industriales de torrijas y criticando sin piedad a yernos y cuñados. eso sí, ahora que toda la familia está alrededor de la mesa, intentamos que nadie hable de política, no vaya a ser que la nochedepaznochedeamor se convierta en la marimorena.
6. a adorar al niño que ha nacido ya
es navidad y acompaño a mi abuela a misa. lo malo es que sólo se me ocurren comentarios irreverentes y sé que hay algo de militancia y de provocación infantil en mi insistencia por mirarle el paquete al san roque que tengo enfrente. en realidad, he aprendido muchas cosas de mi visita. primero, que al principio ya existía la palabra y que la palabra era dios. segundo, que la señora que no paga la cuota de la comunidad de nuestra urbanización va a la iglesia vestida de jackie kennedy. tercero, que si a alguien le suena el móvil durante la eucaristía la mirada que le lanzan los feligreses es de todo menos cristiana.