te equivocas cuando dices que el chocolate, o ganar la lotería, o el sexo, o la música, o la sonrisa de los niños, o las drogas, o las vacaciones, o la tortilla de patata de tu madre y/o los viajes a japón.
porque en realidad, después de todo, te pongas como te pongas, sigue sin haber nada mejor que gustarle a los demás.
porque en realidad, después de todo, te pongas como te pongas, sigue sin haber nada mejor que gustarle a los demás.
Líbranos, señor, del "infierno son the others", ponle un escudo antimisiles a nuestra madre y su sartén mágica de hacer la tortilla patatil definitiva, y devalúa el yen para que podamos ir a cantar more than this en un karaoke tokiota.
ResponderEliminaránimo, suerte, ruocanrol