- respuesta condicionada.
- qué campana ni qué perro muerto, paulov.
- llamémoslas Zorra1 y Zorra2 para simplificar.
seguro que también recicla. la muy puta.
Entre el 2008 y la primera mitad del 2012 creo que no vi la tele. En serio, eehh, vamos, que no es broma. De hecho recuerdo un montón de conversaciones de las que no pillaba las bromas y entonces me tenían que poner video del youtube para que me pusiese al día.
Tampoco veía series. Aunque, pobre de mi, estuve enganchada a la del oso polar durante años. Actualmente, debido a mi estado de prejubilación juvenil, veo todas las series del N E O X y, como no, how I met your mother. (My mother, with the roddis in the guanter!? para los amigos)
De que va este post. Pues de indignación.
Resulta que ha llegado a mis pobres y cansados ojos el trailer de una obra de arte cinematográfica protagoniza nada menos que… por Ted. Bueno, del actor que hace de Ted en la susodicha. La porquería de peli, que a juzgar de lo que he visto podría perfectamente haber sido obra del asqueroso M o c c i a, probablemente se desarrollará en los siguientes 6 puntos:
-Un tío de 35 tacos con el síndrome de Peter Pan,
-una tía de 22 que se cree que lo sabe todo,
-tío y tía se enamoran,
-tío sabe que esto está mal (…pero le pica la cuca como cuando tenía 17),
-tía sabe que esto está bien (ya que se lo dice su corazón),
-Amor, pelea, amor otra vez.
Y una mierda.
Miren, de verdad, mejor las pelis de vampiros, en serio.
(este post va a ser larguísimo además aburrido, ya os lo aviso)
Parte I.
Hace un año llamé a mi amigo M. para invitarlo a mi boda. M. lleva 5 años en Barcelona y allí, al igual que yo en el Sud, está más feliz que una perdiz. (Nunca mejor dicho y quien le conozca sabe el por qué). Nos une el hecho de haber salido de un País que ya no invertía en la investigación para ir a uno que dejaría de hacerlo 5 años después, y actualmente nos separan las posibilidades que M. tiene para irse fuera con una post doctoral y el rechazo que tengo yo en seguir con esto de las pipetas.
Volviendo al tema de la llamada para lo de la boda M. (cuyo últimos 2 años de carrera fueron codo a codo conmigo… y además hasta empezamos juntos a trabajar en la misma empresa… una vez terminado los exámenes… antes de licenciarnos… y salir del País… bla bla bla) decidió repasar lo mal que me había ido con los tíos antes de que mi prometido entrase en mi vida. Y yo con esos pelos.
Quiero romper una lanza en su favor y decir que M. era mi amigo, y como todo buen amigo, tuvo que tragarse todas mis penas (en directo) entre el 2004 y el 2006 (luego ya se incorporó Japón 2006 – 2010). Así que creo que me quiso torturar un poco en plan venganza.
De todas formas M. nunca se había cortado un pelo conmigo, cuando me conoció me dijo que el viejo este de los pelos que tenía por novio era un insatisfecho de la vida, un vividor que se iba a cansar de mi en breve. Vaya tela, si hubiese tenido una esfera de cristal no hubiese podido darle mas al clavo.
De todas formas, charlando y charlando, saltando de un tema a otro, agradeciendo su apoyo en aquellos días y acordándonos del grupo mas bueno que teníamos, M. se acordó de unos de nuestros compañeros en concreto. M. se acordó de D. y me preguntó como había sido posible que nunca pasase absolutamente nada entre D. y yo.
Parte II
D. y yo nos entendíamos perfectamente, yo empezaba una frase y D. la terminaba. Yo me sentaba detrás de el y le decía: D., D., oye oye no se que no se cuanto y D. sin darse la vuelta me contesta: ya ya lo se, claro claro. Aaaa y por cierto, que guapo vienes hoy. Y tu mujer, cada día estas más guapa. Y así patatín y patatán ttttoooodos los días. Además cuando íbamos a dar las clase en el jardín botánico nos quedábamos con el codo en cima de uno de los calefactores centenarios del pasillo y uno en frente de otro a 30 cm nos clavábamos la miradas y hablábamos de ciencia. D. tiene unos de los ojos negros más profundos del planeta, la nariz llena de pecas y antes de quedarse calvo era pelirrojo. Una mezcla de caracteres fenotípicos excitantes hilvanados por unos de los rostros masculinos más atractivos que haya visto jamás. El factor calvicie solo le favorecía, sus labios y pómulos no corrían el riesgo de pasar inobservados.
D., como todo los tíos buenos del planeta tenía novia (al igual que yo durante cierto tiempo de nuestra amistad). Si D., era un regalo de la genética, su novia R. estaba diseñada al ordenador y le eclipsaba completamente de lo bellísima que era. Además era maja. Y estudiante de medicina del 5 año. Vamos que me daba 3 vueltas.
Aun así D., y yo estábamos metidos en una nube de amor platónico extremadamente pegajosa y para nada peligrosa hasta que el viejo de los pelos que tenía por novio decidió que ya había llegado el momento “plan renove” y que yo ya me podía ir a tomar viento fresco.
Fue en la terraza de F. que D., en la misma postura que escogíamos en el jardín botánico pero en este caso empleando las tumbonas de la madre de F., me miró a la cara y me dijo lo siguiente (o por lo menos algo muy parecido): Estas triste y te sientes fea, estas vulnerable. Lamentablemente estas extremadamente guapa y eres un peligro. Lo que pasa es que no lo sabes. Eres mi amiga y te quiero y te haría el amor en cualquier momento.
A mi me salió una sonrisa desde el alma de estas que ya no me acordaba que era capaz de soltar. Otra a lo mejor le hubiese insultado y le hubiera dado un guantazo, incluso yo hubiese podido tener esta reacción en otro momento, pero allí en aquella circunstancia, se lo agradecí y con educación le dije que mejor no. D., aliviado me dijo que muchas gracias por quitarle de un lio. D., y yo seguimos igual de amigos hasta antes de perder el contacto debido a mi cambio de residencia y nunca tuvimos ningún malentendido.
Parte III
Días después de lo de la terraza, cuando mi autoestima estaba ya mucho mejor, en la F N A C de V i a - d e i - M i l l e se lo conté todo a M. Realmente se lo quería soltar para saber que opinaba, si había sido una niña estúpida y si pensaba que realmente debería de haberle soltado un guantazo al sinvergüenza.
La opinión que me M. me dio sencillamente me pareció rondar entre la indiferencia, la resignación, la impotencia y otras cosas que ahora mismo no se muy bien como expresar. Solo me dijo algo así: no es el que más te ha ayudado de todos nosotros, sin embargo ha sido el que más éxito ha tenido. Se te notó al instante. Así que debe de haber estado bien, ahora no les des más vueltas.
Parte IV
Esto es lo que hice, M. No le di más vueltas. Así que estabas equivocado, fuiste el que más me ayudó.
…que os habéis ido al quinto pino por una razón o por otra… que os habéis quedado viendo como me marchaba, que no vais a volver, que os habéis metido en un paradero desconocido… os hecho tanto de menos que no se por donde empieza ni por donde acaba esta pena tan pegajosa….. que no hay manera oiga, que no hay manera.
…de que en la tele saliera este anuncio de la central lechera asturiana:
Ups, ya pondremos el link...
Llevo unos días dándole vuelta a un recuerdo…
Mi tío abuelo no tenía tele. No le gustaba porque no entendía a las personas que salían en los programas. Decía que hablaban demasiado rápido para él y que aunque fueran a hablar más despacio tampoco les entendería. Por eso no le interesaba. Solo les gustaban los documentales sobre animales, en concreto sobre animales subsaharianos: las jirafas, los leones, las jirafas, los leones… las morsas… Los documentales los veía en mi casa el domingo al medio día, le regalamos una radio pero tampoco le gustó, solo les gustaban las revistas semanales de segunda mano. Leer le encantaba, cuando conseguía juntar las letras de una palabra sonreía y cuando formaba la frase paraba contemplando las líneas, la magia de comprender el testo le iluminaba el viso. Ahora me parece muy tierno pero de pequeña no entendía porque le costaba tanto trabajo algo que para mi ya no tenía misterio. Entonces pensaba que fuese por su condición de estar mayor. Pensaba que junto a andar medio agachados o con un bastón, los ancianos perdiesen los dientes y la capacidad de leer. Que mi tío pudiese tener una escolarización inferior a la que yo ya tenía con 8 era un concepto que en mi cabeza sencillamente no cabía.
Mediante una de estas revista de segunda mano (que podéis encontrar al lado del zapatero de mi casa guardadas en una caja de latón) mi tío abuelo descubrió que se había caído el muro. Que ya se había terminado la guerra fría. Para mi que ese muro estaba en Roma, yo ya conocía la capital y sabía que allí todo estaba muy roto. No me extrañaba nada que se hubiese caído alguna muralla de esas. También pensaba que la guerra fría tuviese que ver con los alemanes porque mi abuelo me comentó que allí los italianos pasaban muchísimo frio, a lo mejor se podía tratar de que por fin los italianos en Alemania tuviesen calefacción en las casa igual que nosotros los italianos de Italia, pero yo no preguntaba porque este rollo del muro siempre generaba tensiones.
En concreto mi padre intentaba explicarle a su tío de que ese muro se había caído y que no se que había fracasado y además que el no se que en Rusia se había terminado y que además en Rusia la gente pasaba hambre y también frío (o sea que a lo mejor lo de la guerra fría seguía en pié). Y entonces mientras que mi padre argumentaba lo que escuchaba en la tele y leía en las revistas semanales mi tío le escuchaba y no contestaba. Solo muy de vez en cuando le interrumpía y le decía que eran tiempo en los que había que andarse con cuidado, que si los Americanos habían conseguido montar tal numerito, es decir hacerle creer a la gente que se había caído el muro y que la gente del otro lado lo pasaba mal, es que entonces podían hacer ya cualquier cosa. La llamaba propaganda en contra de “mamma Russia”.
Mi padre tampoco es que argumentase mucho, solo se limitaba a explicarle en cuantos pedazos se había dividido el PCI y que ya había una gran encina, y más logos con hoz y martillo pero que ya estaban muy chiquititos. Mi tío entonces no quiso saber ni de nombres ni de programas y hasta que pudo andar, en un periodo de tiempo comprendido entre el 90 y el 99 se limitó a poner una cruz sobre el logo que según el más importancia le daba a sus preciadas herramientas de toda una vida. Mi tío se murió en un hospital, durante un check up de esos que antiguamente la seguridad social les hacía a los pensionistas, realmente sospechoso, pero no, fue solo mala suerte. Su cuerpo decidió abandonar la lucha justo en una mañana en la que no iba a amanecer en su casa. La noche anterior en el mismo cuarto de hospital compartimos un kinder y yo le di un beso antes de marcharme. Me parece una forma esplendida de despedirse, comerse una chocolatina a media.
Siempre quise a este señor por su imaginación, por la capacidad de construir todo tipo de artilugio y prescindir de todo tipo de comodidad, por haber sobrevivido a dos guerras mundiales que por lo visto fueron muy duras.
En aquellos tiempos en los que los muros caían y los mapas de Europa cambiaban de un mes a otro, mi padre estaba loco por comprar en las papelerías todo tipo de revistas con lo atlas más actualizados. No paraba de repetir que aquello iba a suponer grande cambios, que estábamos viviendo en directo una pagina de historia, que recopilar todo aquel material era importantísimo. Hoy en día estamos a un click de todo lo que necesitamos ese afán de mi padre me resulta tan gracioso como la teoría de mi tío respecto a la caída del muro como instrumento de propaganda de los Americanos contra Rusia. Mientras mi hermana y mi cuñado están enganchados a la crisis mundial, al igual que el resto de los miembros de nuestra generación, mis sobrinas descubren funciones del iPhon que a mi ni se me ocurren y sus abuelos comentan que en crisis llevamos ya 20 años.
Aquí un homenaje para los nostálgicos que han llegado hasta aquí.
Hoy he hecho unas cuantas viendo Ghost. Pues si, mientras Molly y Sam les daban a la cerámica estaba yo aquí dándole al ganchillo que no veas!
*y para olvidarse de todo lo que ha pasado desde diciembre para atrás…
…sin embargo, en mi caso el 2012 ha sido un año inolvidable. A pesar de los recortes y lo malo que está todo y badabim y badamam…
Ha sido el año en el que he traído a toda mi gente de aquí a mi tierra de allí para que pudiesen: 1) comer como en Los Sopranos, 2) disfrutar de unas playas sin sombrillas y para nada explotadas (ju ju ju), 3) dar vueltas por Nápoles disfrutando una de las ciudades mas emblemáticas de la Europa del Sur (…un caffé macchiato e un babá en todo el hojaldre de la Agelita per favore...). Además ha sido el año en el que definitivamente me he consolidado como perteneciente al club de los que “ni estudia ni trabaja” y aunque parezca raro ya os puedo garantizar de que me he salido de una gorda con mi corona de laurel y, en definitiva, dentro de lo que cabe, ha sido todo un éxito.
Luego ha sido un año en el que los colegiados se han ido a tomar por Risk… y quedar, en la mejor de las posibilidades, conlleva patearse 500 Km y jugarse unos cuantos tanques. Actualmente en lugar de tomar cafeses y cañejas con mis amigas me he dado al ganchillo, como que me sale más practico. Además hago cosas de las que polaroid estaría muy pero que muy orgullosa, además he completado un puzzle, voy a comprar al mercado como lo hacía Japón y me he vuelto a plantear la lectura de libros de mil paginas.
Los periquitos bien, ya estamos con la segunda generación y todo bien…
…todo bien y este hubiese sido mi puñetero año al igual que lo fue el 1996 si N no se hubiera ido sin despedirse, sin darme ni el tiempo para volver, sin reparar en el vació más grande que su ausencia generaría y además este dolor tan agudo y tan perfecto que no se va oiga, no se va.
Lo primero que aprendí en Cádiz fueron los nombres de los camareros de la cafetería de la facultad. Ahora que lo pienso, ellos nunca han tenido la decencia de aprenderse el mío. Al principio era la Italiana que no tenía ni idea de nada y a la que le tenían que explicar el contenido de todos los platos del menú. Que si la carrillá, que si la papa con choco… lo que no les permitía era que me explicaran los pescados, en primer lugar porque me los conocía ya desde chiquitita y en segundo lugar porque mis super poderes me permiten distinguir la canal de todo teleósteo a 100 metro de distancia, sin gafas y a patita coja. Así que si me vas a poner panga ten la decencia por lo menos de callarte, que mero y que pargo y que leches! De todos modos, hoy, lo prometo, hoy, y eso quiere decir seis años y 3 meses después de mi llegada, me he dado cuenta de que Jose, sin preguntarme me pone el mismo café con la mitad de la leche caliente y la otra mitad fría, con dos sobrecitos de azúcar desde hace un tiempo inmemorable, y que además me llama guapa y se despide de mi cuando recojo mi desayuno y se lo dejo en el sitio de las cosas sucias. Hasta aquí cada uno de mis innumerables lectores pensaría que aunque Jose no sepa mi nombre si sabe mi café, pero no es así. A mi el café de la cafetería de la facultad no me gusta, nunca me ha gustado ni me gustará. Lo que pasa es que llevo adicta a la cafeína desde el 1998 y si me encontrara en un apuro hasta me podría tragar las capsula de la nespresso con un vaso de agua para poder obtener algo de cafeína para mi dañado y adicto cuerpo. Jose sencillamente me tiene domesticada. Intenté que aprendiese a ponerme el café solo, ristretto, con unas gotitas de espuma de leche hirviendo en taza pequeña durante meses, pero al final fui yo la que aprendió a tomarse un café largo con leche templada en vaso de cristal y a recoger los cacharros… perooo, sabéis lo que pasa… es que toda las mañanas, aunque no vaya arreglada, aunque lleve el pelo hecho unos zorros, con la cara de sueño y el mal despertar, Jose va y me dice “guapa”... y quieras que no, se agradece.