Laregla De Chargaff sobre cosas realmente reales.

Hoy ha sido un buen día. Hoy le he dado al botón de guardar como… al archivo que me tenía loca. Me he quitado dos meses de encima. Terminar ese archivo ha sido guardar unas cosas y hacer la lista de las otras que todavía me quedan por hacer el próximo mes. Y lo más guay es que el próximo mes empezará el 13 de octubre! Que pasada! Es como si hoy fuera mi primer día de “vacaciones”. 

Hoy ha sido tan buen día que A-Chefa y yo nos hemos ido al IKEA. El reino del consumismo prêt à porter. Allí en el IKEA, lo vi todo muy claro. Fue en el reino de las pequeñas-cosas-inútiles-de-las-que-no-puedes-absolutamente-prescindir-porque-son-demasiado-chulas-y-baratas en el que lo vi todo clarísimo. El olor a objeto-entrañable-que-huele-a-madera ha hecho que, en mi cabeza (allí donde viven), Mary Poppins y la Malvada Bruja del Oeste se pusieron de acuerdo. Pues si. Mis alter egos se pusieron de acuerdo y se callaron. Me dejaron a mi, a Laregla De Chargaff, tomar-retomar el control de mis pensamientos. Ellas se fueron a tomar un cafelito y yo pude pensar… caminar siguiendo flechas, esquivando niños killers armados de peluches enormes y mares de objetos misteriosos en oferta especial… con nombres impronunciables por supuesto.

Primer elemento que me hizo pensar. Cogí de una cesta un juego de tijeras. Tres tijeras, grande, media y pequeña. Me las llevé por ÉL. ÉL no paraba de repetirme: “pero con lo quisquillosa que eres en todo… como puedes cortar una pizza con las mismas tijeras con las que le has cortado las ramas al poto”. “pues… porque la he limpiado bien”. “no, no me vale, TU tendrías que tener otras tijeras!”. Pues ya las tengo… ya tengo unas tijeras que voy a utilizar solo para cortar las pizzas (malísimas) del Mercadona. Por la misma razón por la que apago primero el aire, luego la radio y luego el motor de coche. Por la misma razón por la que piso el embrague antes de pasar el bache que está enfrente al Bar “Las monedas”. Por la misma razón por la que me río todas las veces que tengo que poner el despertador… por todas las veces que me despierto con tortícolis.

Segundo elemento que me hizo pensar. Compré una almohada. Compré una almohada 50x60 para gente que duerme boca abajo. Pues una almohada individual. Compré una y en casa no tengo más. Compré una y no dos porque de momento quiero ser la única persona que duerme en mi cama. Compré una almohada para gente que duerme boca abajo porque desde que tengo dos mesitas de noche también me sobra un lado de la cama y ya no duermo de lado. Duermo en el centro. Boca abajo. No he comprado estantería ni cajoneras. Porque mi casa, hace cuatro días, se ha vaciado del 33% de las cosas que guardaba. Ya tengo sitio de sobra para mis cosas.

Tercer elemento que me hizo pensar. Compré una alfombra. 140x200. Para el salón. Para delante del sofá. Para tomar te,comer frutos secos, tumbarse sobre cojines y reírse con las amigas durante las aburridas tardes de invierno. Para jugar a las cartas. Para ver el fútbol.

Tres elementos. Tijeras para acordarme de ÉL, almohada para no compartir mi cama, alfombra para compartir el salón con el Trío y con las Estrellas Invitadas.

Hay otro elemento, pero no del IKEA. He comprado una jaula enorme para mi pareja de periquitos. Ya llevaban un tiempo aburridos. Ya no los saco tan a menudo y tampoco juego con ellos como hacía ÉL. Parece mentira… pero mi periquito Coco desde el domingo pasado ha vuelto a silbar. ÉL se llevó “sus cosas” pero devolvió la música a  mi casa, por lo menos en parte. También les he puesto un nido. Lo he hecho porque se pellizcan, se “besan” y el periquito no para de alimentar con cariño la periquita.

Les he puesto nido a mis periquitos porque a pesar de todo quiero retener algo de amor en mi casa.

LDC

 

PD.: los expertos de periquitos notarán que en la época en la que se tomó la foto la periquita no estaba todavía “enamorada”… pues muchas cosas han cambiado desde entonces…