por otro lado, hoy llueve en el desierto y es como el cometa
Halley, que sólo ocurre una vez en la vida, dos si tienes suerte, así que he salido a la calle a ver si cogía una pulmonía y a reconectarme umbilicalmente con los prados verdes con vacas, serpenteando entre las ruinas del teatro romano y los descampados,
pensando en la comida italiana, en un hombre trajeado que era igual que Monago,
en comprarme una casa, en los pescados en salazón, en lo bien que me sentía, y en
las técnicas de construcción naval de los fenicios.
Naufragamos frente a lo que hoy es
la costa de Mazarrón como unos Schettino cualquiera, estúpidos nosotros, nos
acercamos a saludar y el cargamento de plomo que llevábamos nos arrastró hasta
un fondo de dos metros y medio de profundad. Cuando lo contemos en Canaán ya verás qué risas. Cubrirá el casco la posidonia marina, se
balanceará durante milenios sobre las cuadernas de madera de higuera. A nado
hacemos los cincuenta metros que nos separan de la costa. Nos follamos a unas
murcianas muy guarras que nos sirven vino mientras comemos zarangollo.
también pensaba en lo difícil que es construir la propia
identidad sin proyectarse hacia los demás, y que sólo las señoras con bolsas en
la cabeza parecen haberlo conseguido del todo. yodesdeluegono. por eso escribo todo esto aquí (¿), curioso, por otro
lado, en un blog sin lectores (¿). también porque no vaya a ser verdad que los arboles
que caen en un bosque solitario no hacen ruido, y que la visión tan hermosa de
los tejados de esta ciudad de mierda brillando
como nunca se pierdan en el tiempo como lágrimas en la lluvia.qué bien traído.cuñao.
luego ha sonado esto y ya ha sido la rehostia.
¿sería realmente Monago?
Pues me acabo de volver a ver Blas Ruinas, esto de los blogs tiene su cosa todavía. Saludos de Dry. Esperemos que Poseidón conceda un próspero verano a los primos de buena voluntad
ResponderEliminarSospecho que los blogs empiezan a tener "la calidez de lo analógico". Dicho lo cuál, brindo por usted, primo!
ResponderEliminarLo que ha vuelto sin género de dudas es la calidez de nuestra antológica selección, un saludo al trío arbitral...
ResponderEliminarPD: unoquepasabaporaquíbuscandorespuestas
claro que sí, ha vuelto la maldición de cuartos y el señor bellezón! las cosas buenas, en definitiva.
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