lunes, 24 de septiembre de 2012

Laregla de Chargaff es perro de prensa

 

Este post se lo dedico a la segunda chica más afortunada de la tacita de plata.

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Pues a esa altura de la vida se agradece estar todavía entre las pocas personas que tienen el privilegio de tomar café con el chico más guapo de la facultad.

Así, tal cual. Le mandas un skipe y le dices: Sandokan vente a tomar café conmigo que me aburro!!! Y Sandokan (también conocido como el caballero de las ideas), aunque ande hasta arriba te concede el honor.

Y entonces mientras bajas las escaleras para encontrarte con el a la mitad del camino te acuerdas de como le conociste.

Fue en la cafetería, un día en el que me fui a comer con JM. Embarazosamente durante meses no pude pronunciar correctamente su nombre… hasta lo tenia equivocado en la rubrica del móvil. Sandokan tenía un todo terreno que te llevaba a la luna, que no consumía nada y que no hacía ruido ninguno. Lo aparcaba en donde fuera, siempre había aparcamiento para Sandokan en la plazoleta… no le daba coraje ni ná a Japón… buf si le daba coraje.

Sandokan tiene una novia guapísima pero es una zorra y de ella no voy a hablar (jujujuju).

Me cae bien Sandokan, aunque no lea este blog. Es honesto, es leal, es buen tío, siempre le está echando un cable a todo el mundo y no se puede no quererle. Tiene una cejas con la que hace un movimiento cuando lo flipa que lo flipas… Es bueno en su trabajo y estoy muy orgullosa de él. Lo malo que tiene es que le gusta la música de ruiditos, que no se aguanta jugando al risk y que lleva dos años sin hacer una tortilla papas a pesar de habérselo pedido ya ochenta veces!!!

Acho, Sandokan, aunque se que no me escuchas: “Cuando termine todo este jaleo vas a tener que hacer una tortilla ya, pijo!!!” Pero de paso gracias por haberme alegrado el día, amigo.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

LDC sobre las cosas escurridizas…

 

Los patines son escurridizos. Son escurridizos cuando te subes en cima de ellos por primera vez. Te subes, te escurres y te caes de culo. De toda la vida. Luego aprendes que para patinar tienes que echar el culo para atrás y doblar un poquito las rodillas, entonces ya no te escurres.

Mi compañera de salir a patinar se me escurrió. Sencillamente la perdí. Me sacaba cuatro años y fue la ultima en dejar de jugar conmigo. Un día, después de aparcar los patines, se entretuvo un ratito en el patio y luego se fue a su casa. Se dejó los patines en mi portal y no me pareció raro. Lo que si me pareció raro fue lo que pasó al día siguiente, sencillamente no vino a buscarlos. Los días pasaban y no había manera de encontrarla por las tardes en su casa. Mi madre me dijo con dulzura que a lo mejor para F. la época de los patines se había acabado y entonces dejé de ir a buscarla. Volver del cole y ver los patines de bajo de la escalera todos los días era una tortura. Una día inventé una escusa para volver a buscarla. Lo más básico, lo más primordial, el arma más rudimentaria, la ultima carta que cualquier ex novio/a enamorado/a se juega. Pues yo me la jugué con mi amiga F. y con solo 11 años… para que veáis lo lista que soy. “Hola madre de F. ¿Está F.? Es que se ha dejado estos patines… bueno hace un año que se los ha dejado, pero es que a lo mejor los quiere… y no sale a patinar porque no los encuentra”. F. esta vez estaba en casa y bajó. No me acuerdo si me miró pero este gesto de coger los patines, darse media vuelta y marcharse creo que no lo olvidaré nunca. F. fue lo primero que se me escurrió. Dios mío lo que dolió.

Los chicos también eran algo escurridizos. Esta noche no estoy como para dar explicaciones detalladas pero anda que no se escurrían… a veces me escurría yo… pero desde luego menos que ellos. El escurrimiento masculino es algo que me ha tenido frita durante años. Que le gustaras o no siempre intentaban mantenerse a esta distancia lo suficientemente corta como para meterte mano y lo suficientemente larga como para escurrirse. Este tira y afloja de: eres maravillosa pero hay un pero… y a mi se me escurrían los guantazos de las manos como panes. Anda que no.

A veces se escurren las palabras… la verdad es que estoy haciéndome mayor y cada vez se me escurren menos… aunque de vez en cuando si se me van y entonces se me escurre el arrepentimiento… a veces si es cierto que no debería de hablar pero tampoco arrepentirme… pero se me escurre… 

A veces se me escurre el tiempo… y me pierdo cosas… mis sobrinas crecen y a mi se me escurren las etapas por las manos… son fluidas y viscosas a la vez y no hay manera de atraparlas… cuanto más aprieto peor… salpican por todos lados… abro la mano, la miro y ya no hay nada dentro. Ni hay pasos, ni palabras, ni las primeras pipis en el WC, ni los primeros días de cole, ni las velas y velas y velas, ninguna que consiga ver mientras se apaga. Y mis padres… pues que no se me escurran por favor.

Las cosas cambian, el tiempo pasa, panta rhei, todo fluye, todo se escurre diría yo. Hasta Te Me Has escurrido tu. 

miércoles, 5 de septiembre de 2012

LDC en un post recopilatorio.

 

Hoy ha sido un día de esos en los que vuelves a la realidad, para lo bueno y para lo malo. Digamos que prevalentemente para lo malo.

Sin exagerar, lo que me ha pasado hoy se puede definir como una mezcla entre descubrir matrix, caerse de una nube del parque de los osos amoroso, recibir una patada en el culo de un pequeño pony, un morreo de Gollum. Un lunes chungo en toda regla que se te mete entre pecho y espalda un miércoles, aunque con algo de luz al final del túnel.

Hoy ha sido el día en el que he tenido que volver a tomar la rienda de mis biorritmos. Y Nacho no está. 

Me levante a las 9:00. Con dos cojones. Hace un mes y una semana que no me despierto antes de las 12:00 y que no me acuesto antes de las tres de la madrugada. Vamos, que esta mañana me ha costado bastante.

Se me olvida tomar las pastillitas. Mal. Consigo vestirme. Me pongo una túnica (mona) y unas sandalias. No hubiera podido ponerme nada de abrochar. Demasiado complicado. Voy en coche. Todo bien, llego a fueradejuego town. 

Pasa algo bueno. Vienen a la cafetería polaroid y Japón para tomar chocolate con churros. Lo mejor del día. No se si debe a los rayos de sol que desprende la melena de polaroid o a la profundidad de los ojos de Japón, o al chocolate, o a la falta de las pastillitas, pero algo me dice que el día va a ser genial.

Pero no, no está tan bien, tengo dudas. No se que hacer.

Tengo sueño, pero no puedo echarme la siesta, si lo hago no me despertaré hasta las 23:00… y entonces ya no habrá manera de dormir toda la noche seguida para volver a despertarme a las nueve. Además las arbitras me podrían llamar para ir a tomar unas cervezuelas. Pero si no descanso ahora luego no tendré fuerzas para aguantar… o las tendré y entonces me volveré a acostar super tarde y entonces mañana volveré a despertarme a las 12:00 y entonces pasado mañana estaré como hoy… y será viernes otra vez.

Así de complicada es mi vida hoy.

(Por cierto, arbitras, me han llegado a los oídos unos comentarios de un capullo sobre mi verano del siglo, esos típicos comentarios que la gente mediocre difunde pretendiendo amargarle la vida a la gente honrada. Creo que me voy a comprar un pest – reject, o como se llame, un cacharro de esos que salen en la teletienda… a lo mejor también espanta a las viboras).