El fútbol nos encanta. Aunque nos tiremos horas discutiendo indignados sobre lo consumista e insensato que es invertir tanta pasta en un deporte… cuando hay match, hay match.
Llenamos los bares, vaciamos barriles, gritamos, escupimos cabreados huesos de aceitunas como si fueran los meniscos de aquel defensa adversario que no deja pasar a nuestro campeón. Imprecamos a los desconocidos que se levantan de repente y nos tapan la pantalla; si nuestro equipo marca abrazamos al de al lado... igual le puteamos a muerte con comentarios malísimos si los colores de su bufanda no son iguales a los de la nuestra. Todos nos convertimos en grandes seleccionadores. Expertos. Hasta yo que vengo a ser al deporte lo que los australopitecos son a la ingeniería aerospacial… sé. ¿Y cual es el tema de debate más recurrente? ¿Cuándo nos jugamos la reputación de aficionados? ¡Pues, cuando el arbitro pita el fuera de juego! ¡Cuando no ha visto nada de nada y pregunta al línea! ¡Nosotros sí, tío! ¡Nosotros, los que estamos justo al final de la barra, al lado de la maquina del tabaco, tomando cerveza de barril, papas ali oli y aceitunas manzanilla, nosotros sí lo sabemos, coño!
(Aunque el idiota este se haya levantado justo al momento del assist).
Laregla.
eres la australopiteca poliglota con más arte a este lado de los urales.
ResponderEliminarOlé!
ResponderEliminarLa postal posee una imagen que puede generar grandes cuestiones, Australopitecinos dándole al balón..., magnífica síntesis para acotar el concepto evolutivo del Hombre..., jejeje
ResponderEliminarMagnífico blog que me ha hecho reír bastante, vaya trio arbitral que me he encontrado en la blogesfera!!!
No dudéis que me pasaré por aquí de vez en cuando!!!
sea usted siempre bienvenido, S. Belizón!!!!!!!!!!!!!!!!!!! 1000 gracias por su comment.
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