Laregla De Chargaff sobre cosas de pared.

El “Biofrutismo” ha aportado un montón de cosas positivas a nuestras vidas on-line, entre ellas el blog “Quédate a dormir” que nos tiene encantadas.

Nos fascinó mucho el post sobre “tíos con pinta de empotrar ”. Este concepto, adquirido por el trío, fue rápidamente procesado y evolucionó a “empotramiento” a lo largo del verano, concretamente durante las reuniones del Trío Arbitral con las Estrellas Invitadas.

Por mí, como ya les dije a las “niñas” de “Quédate a dormir”, Pedro León, flamante fichaje del Real, tiene una pinta de empotrar que no puede con ella. Un poquito la tienen también Mou y Guardiola (pero poquita).

También la tiene el Surfero, al que habrá que dedicarle un post algún día; un par de los marineros italianos que encontramos A-Chefa y yo en un restaurante del Puerto, también la tenían.

Pues según “nuestras amigas bloggeras” “Un tío con pinta de empotrar es uno que si te coge te empotra. Uno que no sólo tiene la intención de empotrarte sino la capacidad para ello”. Por esta misma regla de tres el empotramiento es lo que el tío con pinta de empotrar te hace si te coje. Vale. ¿Pero como? Yo creo que el misterio está en el como.

Según el Trío el empotramiento puede que sea cosa de pared. Ahora, eso de la pared debe de tener su historia. 

Aunque no tenga muchísima idea de como va la cosa, creo que la altura de los sujetos juegue un papel crucial en el desenvolvimiento del asunto.

Imagino que no tiene que haber muchos problemas para los que son altos iguales. De la misma manera, si hay 10 cm de diferencia tampoco tiene que ser muy difícil: con que te pongas de puntillas puede que valga.  Ahora piensa… 10-15 cm de diferencia… buff, tiene que ser más complicado. Puedes intentar ponerte tacones, colgarte del techo por la lámpara Frarzcüérf… aun así no lo vais a tener fácil. Ahora… todavía mas complicado: 15-20cm de diferencia! Pues… creo que… que no hay manera. Hombre, echándole imaginación… puedes volver a ponerte tacones, intentar levantar la pierna como Raffaella Carrá, lanzarte desde el sofá Murniësgr, levitar y agarrarte como un koala. Aun así creo que no funcionaría…

Quizás funcionaría si él pudiera levantarte hasta allí arriba… agarrarte con fuerza, aun así no dejar de ser dulce, apoyarte contra a la pared sin aplastarte, llevar el ritmo… acordarse de su abuela si a ti todavía te falta un poquito…  

Pues cuando encuentres a un chico que aparente tener todas estas capacidades… y tengas suerte con él… es probable que vayas a tener un empotramiento de primer nivel… (mida lo que mida).

Laregla De Chargaff.

P.D.: en ninguno de los casos analizados en el ámbito de alturas diferentes se ha contemplado la posibilidad de que fuese el chico el bajito de los dos. Disculpen las molestias.