miércoles, 27 de abril de 2011

ochenta noventa dosmil diez


antes de ayer ví happythankyoumoreplease, una película que se queda en agua de borrajas, aunque tiene detallitos y destellitos (puaj). entre ellos me gusta una parte en que dos amigos están tomando unas cañejas y hablan:

- There’s a writer that I know. He told me the greatest thing. He said that every five years he realizes what an asshole he was five years ago. Every five years like clockwork he goes like “I was such an asshole five years ago”. So, if we accept that, it means everything we think, feel and say now, in five years it’ll just be embarrassing.

- This conversation?

- The worst, we’re gonna hate this conversation. I hate it now, imagine in five years.


(risitas)


total. que si a cinco años vista vemos a nuestras versiones 1.0 cómo a extraños y sentimos vergüenza ajena hacia lo que fuimos e hicimos, no puedo evitar preguntarme hasta que punto seguimos siendo las mismas personas a lo largo del tiempo, desde 0 a 100, por mucho que el adn siga ahí quasi invariable per secula seculorum. y no sólo es porque los procesos de regeneración celular deshagan y rehagan a su antojo hasta terminar con la gran mayoría de los tejidos que fuimos y ya nos somos (le citaría e hipervincularía mr. dry, pero no encuentro el enlace al post en que usted ahondaba en este asunto). es también porque no somos como los templos japoneses.

allá que voy. en japón, los templos están hechos de madera (susceptible de pudrirse, carcomerse, quemarse y muchas otras calamités), y por tanto basan su continuidad en el tiempo (supervivencia!) en la sustitución sistemática de los elementos arquitectónicos dañados por replicas exactas de las piezas originales, sólo que hechas de madera nueva. y cómo los japoneses son así, que lo mismo les viene el apocalipsis y ni se plantean saquear los supermercados, el hecho de integrar sin ningún tipo de contemplación piezas de madera nueva en edificios milenarios no se considera ningún tipo de aberración, porque entienden que el edificio original no sufre alteración alguna. por tanto, para la cultura tradicional japonesa, tanto la antigüedad como el valor patrimonial del edificio no reside en la materia de sus componentes sino en la forma, es decir, la idea el espíritu el concepto el alma la esencia, lo que sea, pero en cualquier caso algo que no cambia y permanece, que es inmaterial e intangible si bien perceptible a través de lo material. en otras palabras, el templo es el mismo aunque no lo componga la misma madera. lo que por otra parte, y sin que venga al caso, se opone frontalmente a la visión occidental, apegada a la durabilidad de la piedra y a la ruina (cómo molan las esculturas sin brazos...

...y a ver cómo recupero el hilo después de la deriva). decía que nuestro soporte material, las células que nos componen, son reemplazadas por otras distintas y que ni los templos japoneses sirven para salvar los muebles porque en nuestro caso, la idea el espíritu el concepto el alma la esencia, lo que sea, sí que cambia y no permanece: ya no pienso eso. ya no siento eso. ya no creo eso. ya no hago eso.

))><((

pero, aún falta por explicar lo evidente. el asunto de los remanentes, es decir, todo eso que no se va ni con agua hirviendo, esas preguntas que confirman que hay cosas que hacen que sigas pareciendo tú:
¿por qué siempre tropiezo en el mismo sitio?
¿por qué me sigue gustando el pollo asado?
¿por qué psicosis sigue siendo la que más me asusta?
¿por qué cada cinco años pienso lo gilipollas que era hace cinco años?

5 comentarios:

  1. Dentro de 5 años mi hijo Pepe tendrá 3, LDC27 de abril de 2011, 19:18

    Que buena eres jodía...

    y lo peor de todo es que dentro de 5 años pensaré exactamente lo mismo!

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  2. ay mi charff, dado que esta noche los culés nos van a dar la del pulpo y que ni özil ni pedro león (pobrecinho la que le ha caido con mourinho) nos van a salvar de la debacle, necesito vengarme de antemano por un lado, y su sabia opinión por otro...

    el tercero por la izquierda de la foto, ¿no se le parece entre todo y mucho a messi pero con implantes de cejas?

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  3. mis queridas Pola y Ch. valga este comment para asegurarles con la mano en el fuego (mientras voy montando en bici) que en Villadry se las lee y se las espera como agua de mayo, a pesar de que ya no comientamos nada por la irreversible conversión perruno-primaveral. Disfrutamos con su sabiduría y su alegría, y en general, con casi todo lo que acabe en ía que pueda considerarse un piropo pelotero.


    Sigan así, que son ustedes la pera.

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  4. Menos mal que cada cinco años también permanecen los buenos amigos...

    y las croquetas también, jeje, croquetas for ever!

    Polaroid, no me digas que eres madridista... nunca lo hubiera pensado... igual con esta información dentro de cinco años también reniego de tí... ;-)

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