Los bares y los restaurantes parecen tristes cuando entras en uno y te sientas para comer sola. Las personas de las demás mesas parecen felices. Las mujeres con sus maridos, los padres con sus hijos, los amigos todos juntos son ruidosos y sus risas parecen de color. No como tu mierda de aceitunas… que son todas grises o como mucho verdosas. Los camarero sí, ellos por lo menos te sonríen. Y la recepcionista también. Te hace el favor de pedirte algo de comer por el telepizza cuando no quieres bajar a la calle… así que es tu mejor amiga. La otra opción es no cenar y irse a sentar en aquella salita tan bonita en la que hay internet y tele de cable. Si tuvieras 5 años menos serías simpatica… hablarías con la gente… sacarías te mejor “watch yor neim”… y la liarías a estupideces… quedarías como el mono de feria oficial del hotel… pero por lo menos no te sentiría tan sola… tan mayor… tan cansada
nos gustaría usar un mechero bunsen para quemar su universidad, instituto, centro de investigación o laborotorio clandestino. lo que fuera por rescatarla de su exilio forzoso y llevarla a la playa a comer patatas del cortijo del olivar.
ResponderEliminarTienes un arte que no puedes con ella... Madre mi que disparate
ResponderEliminar