Laregla De Chargaff sobre temas musicales: “La promesa fálica del mástil”.

Hace un mes estaba yo hasta el flequillo de mi vida y de mi trabajo. Luego llegó el Festival Sonorama de Aranda De Duero… y tengo que reconocer que mi vida ha cambiado. Mennamórao! No puedo parar de pensar en Standstill y en Nudozurdo. No se que me pasa con ellos. No puedo dejar de escuchar Viva la guerra… solo lo dejo por Sintética… mis conversaciones son monotemáticas, tengo a la pobre Japón hasta las narices y interrumpo a polaroid cada dos por tres…

Me gusta Standstill porque tiene el poder de hacer que me salten las lagrimas. Me gusta Nudozurdo porque tiene un puntito gore que satisface mis perversiones más recientes…

Tantos grupos, tantos conciertos, tantos videos… que se me han metido unas ideas en la cabeza y me voy a librar de ellas.

Premisa: Soy una Profana. Yo se menos de música que de cocina china… yo no tengo derecho a meterme en eso. Pero me voy a meter porque me dan las ganas…

Allá voy: El bajo y la guitarra. Intentamos, Japón y yo, discutir sobre el bajo y la guitarra. Pues llegamos a la conclusión que en una banda la ausencia del bajo generaría un vacio importante. Mucho mas importante de lo que la gente piensa. Los bajos nos van, los bajos nos van!

Por mi estos num num numu num son los que hacen que sientas las mariposas en el estomago cuando escuchas una canción. Y es más, voy a utilizar una visión antropocéntrica. Voy a ver el bajo como a una persona. El bajo es una persona profunda, se lo toma todo a pecho, el bajo es humilde. El bajo está allí dándolo todo, haciéndolo de puta madre y la gente (a veces) ni se entera. Y eso manda huevos, por eso los bajos a veces parece que sufren. Ellos son misteriosos y introvertidos, están contentos con su trabajo pero aquellas cuerdas que “les faltan” a veces parece que les joden… aunque no siempre:

Es probable que a los bajos les joda que sean estos waaaaaaaauuuuuuuuuum los que hacen que a las niñas les entren ganas de quitarse la ropa! Es el agudo y penetrante poder que se libra de aquellas cuerdas demás que hacen que las guitarras siempre sean las protagonistas.

Puedes ir a un concierto pop y, si eres un superficial, no hacerle caso al bajo (Inculto!). Pero la guitarra? Aunque seas otro profano, a la guitarra, a parte de los oídos, no le quitas los ojos de en cima. Un maromo medio agachado, mirándose hacia el paquete, con ambas manos trapicheando por allí cerquita… y ese peazo mástil bien agarrao*… y ese ligero “pelvispatrá-mastilpabajo”, “pelvispalante-mastilparriba”… Ooooo… esto si que es una promesa fálica, señoras!

Voy a proponerle al Trío Arbitral que nos vayamos más a menudo de festivales y de conciertos, quiero ver si por lo menos en el mundo indie hay todavía men of honor que mantienen las promesas!   

*Que si… que ya lo se… que el bajo también tiene… pero que no… que no es lo mismo!